El hilito que enloqueció a mamá: crónica de una guerra de cejas al alba
Eran casi las seis de la mañana, la casa estaba en completo silencio, y yo dormía como una reina exhausta después de una noche loca. Mi mamá ya sospechaba algo. Desde hacía días notaba que yo evitaba que me viera de cerca. Caminaba con la cabeza gacha, el cabello estratégicamente peinado hacia adelante, como si el flequillo pudiera esconder lo evidente: mis cejas, que eran dos obras de arte, un hilito perfecto mejor que las de Thalía. ajajajajaja Pero mi Madre, ay mi madreee!!! como toda madre con sexto sentido, y más aún una mamá cuca como la mía, ya sospechaba algo y como buena madre cuca, de esas que no duermen con la duda decidió lanzarse ni bien el reloj marcó las 06:00 am con un solo objetivo: mis cejas. Se metió a mi cuarto sigilosamente como una sombra silenciosa digna del mejor ladrón de la ciudad. Yo dormía plácidamente, ajena al operativo que estaba por desatarse, y cuando me vio ahí dormido sin poder defenderme, con mis cejas delgadas brillando bajo la luz del amanecer De p...